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Prensa muslima |
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Al servicio del muslim hispano DE LA “HAWALA” O DEL GIRO y los listillos que se pasan de listos Al igual que en español utilizamos varios términos para referirnos a los envíos de dinero, es decir envío o giro o transferencia, en árabe también se utilizan estos términos, es decir “irsal/إرسال” (envío) o “hawala/حوالة” o “tahwil/تحويل” (transferencia o giro). Estos pueden ser postales, telegráficos, como carta, como transferencia, etc. y se pueden realizar desde las oficinas de correos, entidades bancarias, oficinas de envíos, etc. Algunos enteradillos que se presentan como expertos o entendidos hablan del método “hawala” como modo de envío sin registro, lo cual nos ha de producir una carcajada y debería producir un sonrojo al que así se expresa como si fuera un erudito, y que a los ojos de quien ha puesto un giro postal o telegráfico, por ejemplo en Argelia o Arabia Saudita, ya lee la palabra en árabe hawala/حوالة en los impresos para efectuar el envío de dinero, por supuesto registrado y documentado emisor y receptor. Se pueden imaginar las carcajadas que podrían despertar entre los hispanohablantes las palabras de un presunto experto diciendo que hay un método de envíos de dinero clandestinos que usan los delincuentes hispanos y que diga que ese método se llama “giro”… nos partiríamos. Nuestro consejo es que no sigan escuchando a semejantes enterados y menos aún leer lo que nos quieren colar o vender como oportunistas, con desconocimiento y aprovechando que el público no conoce ciertas palabras de ciertos idiomas, manipulando y dando por bueno su análisis, absolutamente erróneo.
Por supuesto su análisis también es una distorsión de la realidad cuando utilizan otras palabras del árabe que desconoce el público a quienes se dirige, y en absoluto se debe sospechar de alguien porque haya puesto un “giro” a su familia. Del mismo modo que consideramos inapropiado adjetivar de cristiano, cristianista y cruzadista al terrorismo, es igualmente inapropiado adjetivarlo de islámico, islamista o yihadista. Si el nacional-catolicismo tras la guerra civil española no es el origen de ningún terrorismo, el nacional-hanbalismo, llamado wahabismo, dirigido por Muhámmad ibn Abd-al·Wahhab tras la guerra civil que llevó a reinar a los Saud, tampoco es causa de ello, sino que de nuevo el origen son los ultraderechistas violentos. Si el término “yihadismo” se refiere a bandas armadas que utilizan en su propaganda la palabra “yihad” retorciendo su sentido original (gran yihad como esfuerzo de superación y yihad menor como legítima defensa), se está denominando a grupos terroristas por un síntoma y no por la enfermedad, el terrorismo, ya sea nacionalista o internacional. Las personas “salafistas” simplemente toman como ejemplo a los primeros discípulos y primeras comunidades religiosas, como ocurre en otras religiones; cuyas ideas y citas utilizan algunos grupos ultraderechistas en su propaganda demagógica ya que quieren manipular y presentarse como los más puros musulmanes. No se debe confundir la historia sagrada con quien la esgrime para manipular, captar y coaccionar. Al denominar a grupos de extrema derecha por este discurso, se demoniza a todos los salafíes pacíficos, cuando la amenaza, en todo caso, proviene de ultraderechistas violentos. Los grupos de “tabligh” son grupos de apostolado, como tienen otras religiones como la católica, por lo que es absolutamente injusto demonizar al apostolado islámico, solo por la prevención de que pudiera haber una célula terrorista disfrazada de grupo de apostolado piadoso como tapadera. Se debe profundizar más allá de la apariencia. La Xaria, derecho cheránico o derecho canónico islámico, actualmente comprende el ámbito de matrimonios (con efectos civiles en España), divorcios y herencias; pero se siembra miedo al Islam y su jurisprudencia confundiendo a la población al llamar “xaria” o “ley islámica” a códigos penales de la antigüedad que aplica arbitrariamente algún señor de la guerra, para gobernar bajo el terror, allí donde no llega la autoridad estatal con un código penal promulgado, desde su poder legislativo, por musulmanes de hoy. Si por los términos “islamista”, catolicista o laicista, comprendemos a quienes quieren que se gobierne y legisle de manera excluyente a los demás, en lugar de gobernar y legislar para todos los ciudadanos de toda convicción, no tiene justificación tildar de islamista a cualquier político solo porque es musulmán o al gobierno de un país de mayoría musulmana, o cualquier organización religiosa, sino que se debe hacer un análisis serio y ponderado, como sería con los partidos islamo-demócratas. Esperamos que los informadores se informen objetivamente de fuentes sin prejuicios y, utilizando los términos con corrección, diferencien a violentos y terroristas, de forma clara, del Islam y los musulmanes de bien. (Ver “Informe anual general” 2018, Capítulo 5, Conclusiones y balance, pp. 129-130, del Observatorio Andalusí) Preocupante también es que quienes toman decisiones sobre temas tan delicados digan o pongan por escrito tonterías y resuelvan u ordenen en base a ellas. (Hawala o giro) § Jairodín Riaza en Madrid a 10/12/18. |
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