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LAS CORRIENTES PRIMITIVISTAS/SALAFÍES EN ESPAÑA

Las corrientes religiosas primitivistas/salafíes cristianas o musulmanas, o sus movimientos posteriores restauracionistas/salafistas, como recuerdo, recuperación, o ejemplo de las primeras comunidades de discípulos o seguidores, están presentes en diversas confesiones religiosas.

El llamado inicialmente primitivismo por querer remontarse al cristianismo primitivo fue seguido por diferentes iglesias, anabaptistas, bautistas, etc. llamándose más tarde restauracionismo por desear recuperar los orígenes del cristianismo, como en el mormonismo, adventismo, testigos de Jehová, etc. siempre siguiendo el ejemplo de los primeros cristianos reflejado en el Nuevo Testamento, corriente de pensamiento también presente en el catolicismo.

En abril de 2014, durante una misa matutina que celebró en la Casa Santa Marta de Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco llamó a las comunidades católicas a confrontar su vida con la de las primeras comunidades cristianas y verificar si actúan como lo hicieron los primeros discípulos de Jesús. En términos semejantes también se pronunciaba el Papa emérito Benedicto XVI.

El aprecio por los primeros cristianos se encuentra presente en los escritos del beato Josemaría Escrivá, fundador en 1928 del Opus Dei y canonizado santo por la iglesia católica. Ya en “Consideraciones Espirituales” incitaba al lector para que se adentrara en el conocimiento de la vida de los primeros fieles y tratara de acomodar su conducta a esos modelos primigenios. Esta alta estima la extendió también a los padres de la Iglesia, como se puede constatar en sus “Homilías”. Su interés por los primeros cristianos estuvo presente a lo largo de toda su vida: “Si se quiere buscar alguna comparación, la manera más fácil de entender el Opus Dei es pensar en la vida de los primeros cristianos”.

La primera parte del cristianismo primitivo fue el llamado periodo apostólico, en vida de los primeros apóstoles del Mesías Jesús, a quienes siguieron los discípulos, de entre ellos los padres apostólicos quienes tuvieron contacto con alguno de los doce apóstoles, y finalmente los apologistas, tras la muerte de los discípulos de los apóstoles. Se considera el fin de este periodo con el primer concilio de Nicea.

El periodo de los primeros musulmanes se denomina de los predecesores piadosos, siendo llamados compañeros aquellos discípulos que tuvieron contacto directo con el Nabí Mahoma, entre los que se encuentran los diez más próximos, y entre estos los que fueron los cuatro primeros califas, después los seguidores, y finalmente los continuadores de los seguidores. El fin de este periodo coincide con el inicio del declive del califato de Bagdad.

Si bien pueden considerarse a iglesias como la del Mormón como fundamentalmente restauracionistas/salafistas, en el caso de cristianos católicos y de musulmanes sunitas, no se puede decir que haya iglesias salafistas o mezquitas restauracionistas en España, sino que algunos religiosos católicos y sunitas llaman a seguir el ejemplo de los primeros fieles, sin que deban ser estigmatizados por la existencia de extremistas políticos o religiosos que acuden a escuchar sus sermones.

Algunos individuos o grupos de extrema derecha gustan de apropiarse de los discursos primitivistas/salafíes, para presentarse como los más puros y buenos cristianos o musulmanes para aglutinar fidelidades.

Cuando estos grupos ya no buscan una victoria política, por ser muy minoritarios, podrían enquistarse y concentrarse en su extremismo religioso para intentar dominar una comunidad local de fieles determinada, expulsando de ellas a quienes disienten de su opinión, cuestión esta a examinar si incurrieran en delitos de coacciones, asociaciones ilícitas u otros.

Se crea una cierta alarma sobre los templos donde ofician religiosos restauracionistas/salafistas por si pudieran congregar a su alrededor a extremistas violentos o terroristas y sus captadores para grupos ultraderechistas o bandas armadas, por lo que deben estar protegidas las comunidades religiosas por ellas mismas y por las fuerzas de seguridad como prevención ante el discurso salafí del sacerdote o primitivista del imam, aunque no les guste, y siempre con respeto a la actividad de la parroquia o mezquita dentro del marco legal español y la convivencia pacífica.

Debemos también ser conscientes de los motivos electoralistas que mueven a ciertos políticos a crear alarma social, sembrando una propaganda del miedo sobre la amenaza salafista, con ayuda de algún periodista, para acto seguido presentarse como los salvadores de la población prestos a cerrar mezquitas, cuando ni los templos, ni los fieles que acuden a ellos, son responsables del extremismo de unos pocos, ni debieran ser víctimas de artimañas políticas en busca de voto con engaño e insulto a nuestra inteligencia.

Referencia: (“Centro salafí de México”) §

Mohamed Mohamed, Melilla, 17/06/2015.

 

 

 

 

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